Hilaria es un nombre femenino de origen latino. Su significado es ‘alegre, agradable’, y hoy en día son en España, 1.587 mujeres las que celebran su santo gracias a Santa Hilaria.
Procedentes de Chipre llegaron a Augsburgo los padres de Hilaria, y allí fue el lugar en el que comenzaron la adoración de la diosa Venus. Hilaria se convirtió en hierodula y más tarde, también entregó a su hija Afra desde temprana edad como hierodula al servicio de la diosa.
En la persecución a Diocleciano, Narciso, obispo de Gerunda en España, se refugió en Augsburgo y encontró cobijo en el hogar de Afra. En la casa de Afra, el obispo Narciso y el diácono Félix, contaron con la mejor hospitalidad. Afra, al verlos partir el pan en la cena, sintió interés por aquella nueva fe y pidió ser instruida y bautizada en ella. Una vez instruida, el obispo la bautizó y, después, haría lo propio con su madre junto a sus tres doncellas, Digna, Eunomia y Eutropia. Narciso ordenó presbítero al hermano de Hilaria llamado Dionisio. Luego, los ayudó a escapar y ponerse a salvo. Afra finalmente terminó siendo detenida y quemada en vida por su fe.
Hilaria terminaría recogiendo junto a sus tres doncellas los huesos calcinados de Afra para darle cristiana sepultura. Mientras oraban en el oratorio construido sobre la tumba de Afra, terminarían siendo capturadas por los paganos y quemadas vivas por su fe.
