El metaverso es la nueva fiebre del oro digital

El mundo virtual del Metaversdo
Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Recientemente, publicábamos que dentro del metaverso ocurren violaciones y acoso. Pero, ¿qué es el metaverso en realidad, qué empresas están detrás?. Este nuevo concepto muy escuchado en el ámbito de la tecnología es la razón por la que Microsoft es capaz de gastarse 70.000 millones de dólares en una empresa de desarrollo de videojuegos; es una fuerza tan poderosa que obligó a cambiar de nombre y estrategia a Facebook, ahora conocida simplemente como Meta; y es el único futuro posible para Apple después del iPhone.

Pero, es sobre todo, una increíble oportunidad de negocio, así lo describe Ángel Jiménez de Luis para el diario español El Mundo.

El periodista afirma que el metaverso llegará a mover entre 2 y 12 billones de dólares (trillions en EEUU) durante esta década. Y no es la única que le asigna cifras astronómicas. Morgan Stanley se atreve con un número más específico: 8 billones de dólares, como poco.

En consecuencia el metaverso se ha convertido en la última fiebre del oro digital. Todo el mundo en Silicon Valley habla de él y está presente en las presentaciones de powerpoint de cualquier start-up que aspire a seducir a las empresas de capital riesgo. Consultoras como Deloitte e instituciones financieras como Bank of America crearon  divisiones enteras dedicadas a asesorar a clientes y empresas sobre cómo prepararse para los cambios que llegarán con este nuevo paradigma tecnológico, indica Jiménez.

Pero, ¿qué hay realmente detrás de la palabra?, ¿por qué de repente no podemos dejar de oírla por todas partes?

La idea del metaverso es sencilla, afirma Jiménez. La hemos visto plasmada en series y películas de ciencia ficción desde los años 90. El término, de hecho, lo acuñó el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela Snow Crash en 1992 para describir un mundo virtual anárquico que funcionaba como una evolución de la actual Internet.

Hoy, la realidad virtual y la realidad aumentada (mezcla de imagen sintética con real) han avanzado lo suficiente como para poder recrear parcialmente esa visión y proporcionar experiencias compartidas para el ocio y el trabajo. Si parte de nuestra vida pasó a ser digital con la llegada de web y las apps de los smartphones, la apuesta, ahora, es que demos un paso más y la elevemos a un plano virtual, a entornos tridimensionales sintéticos que compartiremos con otros usuarios, equipados únicamente con un casco de realidad virtual o, en un futuro cercano, con unas gafas de aspecto convencional, pero capaces de proyectar imágenes digitales en el campo de visión, explica nuestro autor en su publicación

¿Y quiénes están detrás del metaverso? El escritor menciona las siguientes multinacionales tecnológicas:

La primera es Meta: La empresa antes conocida como Facebook ha decidido apostarlo todo a la idea del metaverso. En 2014 adquirió Oculus, una compañía de accesorios de realidad virtual y poco después anunció Horizon Worlds, una plataforma social donde los usuarios pueden crear espacios personalizados para compartir con amigos o desconocidos. Como una sala de chat, pero virtual.

El pasado mes de octubre, Mark Zuckerberg mostró por primera vez cuál es su visión para los próximos años. Espera construir los cimientos sobre los que se edificarán los futuros mundos virtuales. No cree que una única empresa será la que domine este espacio, pero sí ve la necesidad de generar elementos comunes y formas de comunicarse entre las diferentes manifestaciones que tendrá el metaverso.

Colocándose en la intersección de estos mundos, espera ser el tejido social de la nueva internet, un papel que en cierta manera tiene con Facebook, Instagram y WhatsApp en la actual Internet, pero que no ha podido rentabilizar tan bien en el móvil, donde Apple y Google mantienen el control.

Microsoft: A mediados del mes de enero la compañía anunció la compra del gigante del entretenimiento digital Activision Blizzard por 70.000 millones de dólares. Además de varias franquicias extremadamente populares en el mundo del videojuego que ahora puede aprovechar para impulsar su consola, la Xbox, Microsoft justificó la inversión como un paso necesario para asegurar su posición en la economía de los mundos virtuales. «Los juegos desempeñarán un papel clave en el desarrollo del metaverso», dijo Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, en el anuncio de la compra.

Microsoft es la dueña, también, de Mojang, la empresa creadora del exitoso juego Minecraft, y desde hace años trabaja en un dispositivo de realidad aumentada, HoloLens, que de momento solamente está disponible para empresas y desarrolladores, pero que pronto podría dar el salto al mercado doméstico. Se trata de un visor de realidad aumentada con el aspecto de unas futuristas gafas de esquí. HoloLens es capaz de mostrar en el campo de visión objetos digitales con los que los usuarios pueden interactuar y avatares de otras personas que estén compartiendo una experiencia.

Apple: Aunque Tim Cook, presidente de Apple, no habla nunca del metaverso en sus presentaciones, Apple lleva varios años creando las piezas que le permitirán tener una presencia sustancial en este espacio.

Los iPhone y iPad tienen integran hace años varias herramientas de realidad aumentada para mostrar objetos virtuales sobre la imagen capturada por la cámara, una función que resulta útil, por ejemplo, en la aplicación de mapas para señalar mejor una ruta a pie.

Más de 14.000 apps utilizan ya estas herramientas, pero están limitadas a mostrar información en la pantalla del teléfono o la tableta. Los rumores apuntan, no obstante, a que la empresa podría lanzar su primer casco de realidad virtual este mismo año o en los primeros meses de 2023.

Redacción SOY CENTINELA

¿Quieres recibir las noticias de Soy Centinela a tu celular? Únete a nuestro grupo de WhatsApp con el siguiente enlace SoyCentinela
También estamos en Telegram como @SoyCentinela, únete aquí: https://t.me/soycentinela

Recientes

El centinela necesita luz para vigilar, enciende una pequeña luz