Un niño de once años huyó de su casa y dejó dos cartas de despedida: una iba dirigida a su mamá y otra a sus padrinos. Al parecer escapó para poder seguir jugando ‘Freefire’.
“Tenía ludopatía virtual. ¿Qué significa? La adicción a los juegos de las plataformas digitales. Estos menores de edad últimamente están tratando de simular una vida independiente, de viajes”, informó inicialmente el teniente Boris Gutiérrez, de la división de Trata y Tráfico en La Paz, Bolivia.
Su mamá encontró las misivas y reportó la desaparición del pequeño a las autoridades, que lograron ubicarlo 23 horas después de su fuga, informó Noticias Caracol.
La primera de las cartas, reveladas por el medio Unitel, iba dirigida a su progenitora:
Para la mejor mamá del mundo
Mami, espero que me entiendas, no puedo seguir, tengo que saber qué se siente que alguien levante tus cosas, ahora mismo escribo esto llorando, sabiendo que te hace sufrir mucho. Sé que me encontrarás y me pegarás porque tú no mereces un hijo así. Quiero que sean fuertes, no pasa nada, como una vez me dijiste, ‘tú eres de acero, todos mis hijos son de acero’. Me llevo ropa, siempre te avisaré y te mandaré una carta a tu casa para informarte que estoy bien. Discúlpenme, lo tuve que hacer.
La segunda carta se la escribió a sus padrinos:
Para las personas que me ayudaron mucho
Madrina, padrino, ustedes me ayudaron, pero ya no puedo seguir con esto, seguir haciendo estas cosas, tomé la decisión de irme para saber qué se siente tener cosas, es la peor decisión del mundo, pero sé que lo lograré, no se preocupen, estaré bien, no me pasará nada, sé que me encontrarán.
No es un caso aislado
En CENTINELA hemos reseñado varios casos de este tipo y podemos afirmar que la amenaza de los videojuegos es real. El monstruoso mundo virtual destroza el alma de los más pequeños. Padres no dejen a sus hijos inmersos en este mundo. Este hecho se suma al del niño de cinco años, que en un intento por escenificar una batalla de Fortnite mató a su hermanita de un tiro en la cabeza.
Además, en Pakistán, un niño de 14 años asesinó a su mamá y sus tres hermanos, luego de perder una partida del videojuego PUBG, un juego en línea de batalla de combate a muerte donde pueden participar hasta 100 usuarios al tiempo.
Esta no es la primera ocasión en la que los padres se mostraron preocupados por el juego electrónico de acción y aventura, en especial por las consecuencias que ha desencadenado.
De acuerdo con medios locales de Colombia, el juego se convirtió en objeto de discordia en algunas familias colombiana, pues los jugadores suelen desarrollar adicción y aislarse del mundo exterior con el fin de enfocarse en «sus partidas».
Ante esta situación, la psicóloga Yara Lisset Vera advirtió que los padres deben estar atentos a las aplicaciones que manejan sus hijos en los teléfonos, en especial si se trata de contenido que incita a la violencia.
Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el pasado 11 de febrero la lista actualizada de enfermedades, en donde quedó incluida, por primera vez, la adicción a los videojuegos. A partir de ahora, la adicción a los videojuegos será tratada como enfermedad mental por los profesionales de la salud de todo el mundo.
